Sabemos que " la primavera, la sangre altera". Y ello se debe fundamentalmente a que, con la llegada oficial de la primavera, nuestro organismo prácticamente se " revoluciona", porque al aumentar las horas de sol, se produce un cambio en la producción hormonal.

Por ese motivo, tendemos a sentirnos con más energía y mucho más alegres, dado que hormonas como la melatonina, la serotonina o las feromonas, aumentan en estos meses.

Pero suele ser habitual que durante el cambio de estación, el organismo puede también llegar a resentirse. Motivo por el cual, se hace preciso conocer qué consejos o trucos podemos seguir para cuidar la salud.

Hay que tener en cuenta los siguientes consejos:

- Tratar de seguir una alimentación sana, rica en frutas y verduras de temporada, las cuales te aportarán todos los nutrientes necesarios para disfrutar de una buena salud en esta bella época del año.

- Ahora que comienza a hacer buen tiempo, puedes practicar ejercicio al aire libre, disfrutando de los días de sol. No te olvides de utilizar protector solar.

- Toma al menos 2 litros de agua al día. Aún más en caso de que practiques ejercicio.

- Mantén una vida sana, alejada de hábitos malsanos como el tabaco o el alcohol en exceso. Una copa de vino al día, sobre todo en las comidas, es ideal para prevenir enfermedades cardiovasculares ( si padeces alguna enfermedad de hígado o alcoholismo, debes evitar esta opción).

- Disfruta de cada día y mantén una vida relajada. Si aún no te has decidido, ahora es buen momento para praticar la relajación o meditación. O incluso para apuntarte a clases de yoga o pilates.

- Tratar de organizarte lo mejor posible, para que de esta forma evites la aparición de problemas tan comunes a día de hoy como el estrés o la ansiedad.

- Si sientes que tienes algunos sintomas relacionados o parecidos con la depresión primaveral, no te asustes. Es habitual que , en los días o semanas de la estación. te sientas un poco decaído/a.

Y sobre todo, disfruta de los paisajes que nos brinda la naturaleza en primavera. No hay nada más bello.

Lorena Moreno Rodriguez

Enfermera Centro Terapéutico Puerta del Parral

Todos envejecemos, los años no pasan en vano, para ello muchos de nosotros hacemos ejercicio físico para los músculos de nuestro cuerpo, pero ¿ y el envejecimiento de nuestro cerebro, cómo podemos entrenarlo?. La pérdida neuronal avanza, la producción de neurotransmisores disminuye. Lo podemos entrenar mediante la estimulación cognitiva, con el objetivo de potenciar las capacidades cognitivas.

La estimulación cognitiva es aquella actividad dedicada a estimular y mantener las capacidades cognitivas de cada uno, estas capacidades son: memoria, atención, lenguaje, prasxias, funciones ejecutivas...

Debemos saber, que si no se tiene ningún deterioro cognitivo y trabajamos las capacidades cognitivas para estimular nuestro cerebro, el objetivo sería llegar a tener grandes destrezas o habilidades y enlentecer el envejecimiento del cerebro, es decir, LA ESTIMULACIÓN COGNITIVA ES BENEFICIOSA PARA TODOS. Pero hay que señalar que la importancia de la estimulación cognitiva es a nivel terapéutico, para aquellas personas que tienen problemas patológicos como demencias, alzheimer, deterioros cognitivos asociadas a otras enfermedades.

En este caso la estimulación se pasa a llamar rehabilitación cognitiva, que es un método terapéutico destinado a mejorar o compensar los déficits neurocognitivos ( capacidades cognitivas), producido por procesos que funcionan mal en nuestro cerebro.

Los beneficios que existen cuando se trabaja a través de una terapia de rehabilitación cognitiva son los siguientes:

• Mejora de plasticidad neuronal: El Alzehimer y otras demencias afectan gravemente al cerebro, van muriendo rápidamente nuestra neuronas. Pero si lo estimulamos, podemos crear o recuperar algunas de ellas, ya que nuestro cerebro es plástico y tiene la capacidad de crear .

• Mantener las funciones cognitivas que preservas: con el deterioro cognitivo, las funciones van disminuyendo de forma gradual. Sin embargo, si realizas estimulación podrás ir manteniendo esas funciones que todavía eres capaz de realizar.

• Retrasar la evolución de la enfermedad: las enfermedades degenerativas pueden tener una evolución progresiva e irreversible, pero si se trabaja estimulando nuestro cerebro, esta evolución se puede enlentecer y conservar nuestras capacidades más tiempo.

• Mejorar tu calidad de vida: realizando estimulación cognitiva, el deterioro avanaza más lento, por lo tanto, manteniendo tus capacidades, hará que tu calidad de vida sea mejor.

¿ Qué podemos hacer?

Todo esto se trabaja con diferentes actividades y dinámicas, tanto orales y escritas como grupales o individuales.

Las actividades deben ser terapéuticas, es decir, deben tener un objetivo, pero también deben ser interesantes para las personas que las vayan a realizar y en ocasiones incluso divertidas. Cuanto más le guste a la persona con la que trabajas, más interés pondrá en realizarlo y con mayor facilidad llegarás al objetivo que se desea.

Al programar las actividades hay que tener en cuenta varias cosas: la dificultad de la tarea, el deterioro presente, el nivel educativo de la persona, la motivación, la emocionalidad,las relaciones sociales, etc.

Tambíen se debe tener claro que quieres trabajar en cada momento: memoria, atención, percepción, lenguaje, praxis, agnosias, cálculo, avd., etc.

Conclusión: la estimuación cognitiva es un recurso que nos permite cuidar mejor nuestro cerebro, aumentando, manteniendo o conservando nuestras capacidades cognitivas y así preservando nuestra calidad de vida.

Referencias

Rehabilitación cognitiva. Disponible en la web: http://www.neuropsicologia.com

http://www.crealzheimer.es

Estimulación cognitiva; beneficios. Disponible en la web: htt://www.lifeder.com/estimulacion-cognitiva.

Mayores siempre activos- Actividades en Centro de Atención a Personas Mayores. 1ª Edición 2004.

Ejercicios para potenciar la memoria de los enfermos de Alzheimer. Copyright, 2005. Editorial Just in Time S.L

Isabel García García

Terapeuta Ocupacional C.D Puerta del Parral

El suelo se llena de hojas, tenemos que cambiar la hora de los relojes y encendemos la calefacción... estos son signos de que el invierno ya está cerca y es buen momento para recordar una serie de consejos para que nuestro mayores pasen de la mejor forma posible ésta época del año.

Debemos prestar especial atención a la alimentación, eligiendo bien los alimentos ya que pueden potenciar el sistema inmunitario y aumentar las defensas. Con ello evitamos que, por ejemplo, tengamos una mayor predisposición a padecer enfermedades infecciosas típicas del invierno, como es el caso de la gripe o los resfriados. Las frutas cítricas de esta época del año ricas en vitamina C y antioxidantes ( kiwi, naranja, mandarina, pomelo), son imprescindibles para eliminar radicales libres y estimular el sistema inmunitario. Las verduras del invierno ( acelgas, calabaza, espinacas, guisantes) aportan betacaroteno y folatos, es decir, derivados del ácido fólico que, entre otras cosas, colaboran en la formación de proteínas y ayudan en la regeneración de tejidos. También debemos mencionar la cebolla y el ajo que cuentan con propiedades antisépticas ( eliminan microorganismos ) y mucolíticas (favorecen la expulsión de moco ) que previenen o ayudan en la recuperación del infecciones respiratorias.

En el hogar deberíamos mantener una temperatura de unos 21º C durante el día y 18º C al acostarse. En ausencia de un adecuado sistema de calefacción, procurar no estár sentado o quieto durante mucho tiempo, sería conveniente moverse y hacer trabajos domésticos ya que la actividad genera calor y ayuda a combatir el frío. No debemos olvidarnos que esta época del año es también la que registra mayor cantidad de accidentes relacionados con estufas y braseros, especialmente los de carbón. En general debemos extremar la atención durante su utilización, no olvidarnos de ventilar la estancia y apagar el aparato cuando no vayamos a estar en la habitación.

Y en el exterior, recordar el uso de prendas de abrigo resistentes al viento y la humedad. Prestar especial atención a la cabeza ( gorro), cuello ( bufanda), pies ( calzado resistente al agua, calcetines de algodón y lana) y manos ( guantes). Es preferible respirar por la nariz y no por la boca, el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y así disminuye el frío que llega a los pulmones. Y por último , aunque no menos importante, extremar la precaución en caso de hielo en las calles. Un elevado porcentaje de lesiones relacionadas con el frío tiene que ver con caídas. Esto es de especial importancia ya que en los mayores los huesos son muy frágiles y una caída puede suponer una fractura de cadera o de otros huesos.

Yo estoy preparada, ¿ y tú?

Lorena Moreno Rodríguez

Enfermera del Centro de Día Puerta del Parral